Por qué decidió dedicarse a la investigación
Fue un poco por casualidad. Como muchas decisiones en la vida, fue una combinación de circunstancias. Al acabar mi Erasmus en Suecia, tuve la oportunidad de quedarme allí y estudiar un Máster en Física e Ingeniería a Nanoescala en la Universidad de Chalmers. Estar rodeada de amigos muy inspiradores me ha motivado siempre a explorar nuevos caminos, y en ese momento me hizo decantarme por irme a una empresa spin-off para mi proyecto fin de máster. Una opción que, inicialmente, no había considerado y, sin embargo, cambió completamente mi percepción de la investigación.
Me sumergí en trabajos teóricos y experimentales, le echaba horas sin ningún tipo de problema, me enganchaba. Nunca antes había considerado la posibilidad de realizar un doctorado o dedicarme a la investigación, pero esta experiencia marcó un antes y un después en mi vida.
Participé en la creación de un detector para identificar proteínas asociadas con el alzhéimer, lo cual despertó mi interés en la investigación traslacional con aplicaciones clínicas. Entonces, se me quedó la espinita de explorar más en este campo. Después de completar mis estudios, comencé a trabajar en una empresa, pero siempre mantuve la inquietud de regresar al mundo de la investigación. Cuando surgió la oportunidad, decidí lanzarme y aquí estoy ahora.
¿Cuánto tiempo lleva vinculada al I3A y qué destacaría del Instituto?
Estoy vinculada al I3A desde hace varios años. Durante mi doctorado, formé parte del Instituto, posteriormente, realicé un postdoctorado en el Reino Unido, donde permanecí siete años. Pero en 2019, regresé y me uní al grupo de investigación M2BE (Multiescala en Ingeniería Mecánica y Biológica). Más tarde, me concedieron una beca Ramón y Cajal y pude continuar mi investigación aquí, actualmente en el grupo BSICoS (Biomedical Signal Interpretation and Computational Simulation).
Destacaría varias cosas del Instituto. En primer lugar, el apoyo que brinda en la gestión de proyectos es excepcional, especialmente ahora que he tenido la oportunidad de liderar proyectos como investigadora principal. Además, las infraestructuras disponibles, especialmente en mi área de investigación el clúster, son excelentes. Así como, la cantidad de investigadores que hay trabajando en distintas cosas, la posibilidad de establecer vínculos con ellos. Esta variedad de talentos y enfoques de investigación es una de las mayores fortalezas del Instituto.
En su grupo de investigación, ¿cuáles son sus líneas o áreas de trabajo más destacadas?
Nuestro grupo de investigación, BSICoS, es muy grande y está muy diversificado. Tradicionalmente, nos hemos centrado en el procesamiento de señales biomédicas, lo cual sigue siendo una parte fundamental de nuestras actividades. Sin embargo, hemos expandido nuestras líneas de investigación para abarcar áreas que entran en la parte más neuronal como el estudio del sistema nervioso autónomo y el modelado computacional. También estamos empezando a hacer cosas en inteligencia artificial.
Personalmente, me especializo en el modelado y la simulación computacional, así como en el procesamiento de señales biomédicas. Mi investigación se centra en la integración de datos, específicamente, en la combinación de información proveniente de electrocardiogramas, que registran la actividad eléctrica del corazón, y modelos computacionales. Este enfoque nos permite comprender mejor cómo se refleja esta actividad en las señales que observamos.
¿Hay algún proyecto del cual esté particularmente orgullosa debido a su impacto?
Uno de los proyectos de los que me siento particularmente orgullosa es aquel en el que trabajamos con pacientes diagnosticados con cardiomiopatía hipertrófica. Este proyecto arrojó resultados significativos, ya que identificamos diferentes fenotipos de la enfermedad y exploramos su relación con el riesgo de arritmias. Los hallazgos de esta investigación fueron muy prometedores y contribuyeron al avance en el conocimiento de esta patología.
Ahora, estamos involucrados en varios proyectos emocionantes. Uno de ellos se centra en el desarrollo de gemelos digitales, una herramienta innovadora que nos permite simular y predecir el comportamiento del corazón de manera personalizada. Además, me han concedido un proyecto relacionado con el síndrome de Brugada. Este síndrome está estrechamente asociado con la muerte súbita cardíaca, pero solo un pequeño porcentaje de pacientes diagnosticados experimentan este desenlace. Nuestro objetivo es identificar qué pacientes tienen mayor riesgo de sufrir muerte súbita cardíaca mediante la combinación de modelos computacionales, señales electrocardiográficas y datos clínicos.
¿Cómo visualiza el futuro de su área de investigación? ¿Hay tendencias o desafíos que le parezcan particularmente interesantes o importantes?
Visualizo un futuro muy interesante para el área de modelado computacional y gemelos digitales en la investigación biomédica. Hoy en día, para abordar desafíos en la transferencia clínica, se necesitan clústeres de investigación como el que tenemos en el I3A, y computacionalmente es muy pesado. Pero se está trabajando mucho en esa línea, en modelos mucho más simples, más fenomenológicos, que para aplicaciones concretas te pueden dar un resultado parecido y pueden trasladarse mucho más fácilmente a la parte clínica.
¿Qué es lo que más disfruta de su profesión? ¿Y lo que menos?
Para mí la investigación es como una montaña rusa. Hay momentos que son duros porque las cosas no salen como se habían planeado, lo cual demanda esfuerzo, trabajo y resiliencia, y después llegan tiempos mejores. Pero, sin duda, lo que más disfruto de mi profesión es el proceso creativo y colaborativo de diseño de proyectos de investigación, esta etapa inicial es emocionante y estimulante. Me encanta la dinámica de discutir y explorar nuevas posibilidades con otros investigadores. Lo que menos me gusta es la incertidumbre y la falta de estabilidad profesional de los investigadores.
¿Qué le diría a quien esté pensando dedicarse a la investigación?
Al principio de mi carrera veía la investigación de una forma muy diferente. Me daba la sensación de que solo tenía salidas en el mundo académico. Sin embargo, el panorama está cambiando mucho en los últimos años. Hoy en día, la investigación se lleva a cabo en una amplia gama de entornos, tanto en la academia como en la industria. Puedes estar dedicándote a una, darte cuenta que no te acaba de llenar y cambiarte. Lo que quiero decir es que es un camino con retorno. Tengo muchos compañeros que hicieron el doctorado conmigo y después han encontrado su pasión en la investigación empresarial y están igualmente satisfechos con su trayectoria.
Por lo tanto, mi consejo es que exploren todas las opciones disponibles y sigan el camino que mejor se adapte a sus intereses y objetivos profesionales. La investigación es un campo en constante evolución y ofrece un abanico de posibilidades más amplio de lo que uno podría imaginar.
DE CERCA…
Qué estudió: Grado en Física
Un sueño por cumplir: Desarrollar una metodología que nos ayude a identificar los pacientes en riesgo y que pueda ser utilizada en la práctica clínica.
A qué se dedica en su tiempo libre: Me encanta pintar, viajar y la montaña.
Un libro: La señora Dalloway de Virginia Woolf
Una película: El secreto de sus ojos o Intocable
Grupo musical o cantante favorito: Fito y Fitipaldis, Coldplay, Dua Lipa...
Un viaje: Disfruté mucho de un road trip por los Ángeles con amigas, y un destino soñado es Japón.
Cómo se definiría: Me considero una persona creativa y este aspecto también se refleja profesionalmente en la investigación.