Julia Ramírez: “Sería gratificante ver que mi investigación tiene un impacto real en la sociedad”

Inspirada por su entorno familiar, donde la investigación forma parte del día a día, Julia Ramírez encontró su pasión por la investigación. Desde su primera vinculación al I3A en 2011 se ha dedicado al análisis de señales de electrocardiogramas y a explorar la genética y bioinformática. Su último proyecto busca optimizar la predicción de la muerte súbita cardiaca. Julia valora la libertad intelectual y el impacto positivo que puede tener en la sociedad su investigación.
Por Alejandra Catalán
Julia Ramírez

Por qué decidió dedicarse a la investigación

Influyó bastante mi entorno familiar, tanto mi madre, catedrática en mecánica de fluidos, como mi padre, médico e investigador, han sido figuras inspiradoras para mí. Crecí en un ambiente donde la investigación era parte de la vida cotidiana, por lo que para mí fue una opción natural y atractiva seguir sus pasos después de completar mis estudios.

Entonces, ¿Siempre tuvo claro dedicarse a la investigación?

Creo que sí, desde niña, siempre quise dedicarme en la investigación médica, con una aplicación en la medicina. Recuerdo tener ese pensamiento desde muy pequeña, diciendo con 6 años “yo quiero curar el cáncer”. Aunque luego me decanté por una formación técnica en Ingeniería de Telecomunicaciones, más tarde me especialicé en la Ingeniería Biomédica.

Cuánto tiempo lleva vinculada al I3A y qué destacaría del Instituto

Llevo vinculada al I3A, específicamente al grupo BSICoS, desde que comencé en 2011 como becaria con mi proyecto final de carrera. Luego, continué con mi tesis fin de máster en 2013 y, finalmente, completé mi doctorado en 2017. Durante los siguientes cinco años, estuve en Londres y regresé en 2022. Formalmente, soy miembro permanente del Instituto desde 2023.

Destacaría los servicios complementarios que ofrece el Instituto, como el servicio técnico, administrativo, de proyectos europeos y de comunicación. Creo que estos servicios son muy valiosos, ya que podemos delegar estas tareas en personas especializadas, y nos permite a nosotros trabajar de manera más eficiente y enfocarnos en la investigación, que es nuestra fortaleza. Considero que es el trabajo de estos servicios lo que hace que se pueda posicionar el Instituto como un centro referente.

En su grupo de investigación, ¿cuáles son sus líneas o áreas de trabajo más destacadas?

En el grupo BSICoS, nos enfocamos en comprender el sistema cardiovascular y el sistema nervioso autónomo a través del análisis de señales y datos biomédicos. Estos datos pueden incluir electrocardiogramas, encefalogramas, mediciones de respiración, pulsioximetría y otros tipos de señales corporales. Nuestro objetivo es utilizar esta información para detectar y predecir problemas cardiovasculares, del sistema nervioso autónomo e incluso cognitivos.

En mi caso particular, en la primera etapa de mi carrera, que fue durante mi tesis, me enfoqué en analizar señales de electrocardiogramas para predecir el riesgo cardiovascular. En la segunda parte, exploré la genética y la bioinformática para identificar genes que pudieran modular el electrocardiograma, con el propósito de utilizarlos como dianas para el desarrollo de medicamentos y tratamientos.

Algún proyecto que le gustaría destacar

Destacaría mi proyecto de consolidación, que conseguí hace cinco meses. El objetivo principal es optimizar la predicción de la muerte súbita cardiaca, un evento que ocurre con poca prevalencia en la población general pero que aun así los números absolutos son bastante altos. Se desconoce todavía por qué sucede, además, por su propia definición es súbito y difícil de predecir.

En este proyecto, la primera fase implica el uso de inteligencia artificial para extraer la máxima información posible de los electrocardiogramas de unos 100.000 voluntarios. Luego, esta información y las predicciones generadas por la IA se utilizarán para aplicar modelos de estadística genética. El objetivo es identificar genes que puedan modular la predisposición a la muerte súbita cardiaca y detectar variantes genéticas raras que estén más presentes en las personas que puedan experimentar este evento. Esto nos permitirá priorizar estas variantes y genes para el desarrollo de tratamientos farmacológicos específicos.

¿Cómo visualiza el futuro de su área de investigación? ¿Hay tendencias o desafíos que le parezcan particularmente interesantes o importantes?

Un desafío que visualizo está, precisamente, relacionado con el proyecto que he nombrado. Actualmente, esta investigación requiere una cantidad significativa de datos, tanto para los modelos de inteligencia artificial como para los análisis genéticos. Sin embargo, existe una desigualdad en la disponibilidad de datos, ya que la mayoría proviene de personas caucásicas de raza blanca. Esto no refleja la incidencia de la muerte súbita en otras razas o etnias. Por lo tanto, el desafío actual está en recopilar datos de diferentes etnias y razas, así como de mujeres exclusivamente. Las terapias preventivas para la muerte súbita cardiaca se basan principalmente en estudios que incluyen a hombres de raza blanca, pero se aplican a grupos diversos que pueden tener diferentes mecanismos de riesgo. Por lo tanto, el desafío es desarrollar terapias personalizadas que aborden las necesidades específicas de cada grupo, ya sean hombres o mujeres, y consideren también las diferencias étnicas o raciales.

¿Qué es lo que más disfruta de su profesión? ¿Y lo que menos?

Lo que más disfruto es darme cuenta de que realmente tengo el poder, aunque sea pequeño, de contribuir al avance del conocimiento. Cuando comencé, parecía algo inalcanzable, pero ahora cada pequeña contribución me parece increíble y me siento orgullosa de cada logro. Eso es algo que disfruto mucho.

Lo que menos, la inestabilidad que se experimenta desde la época predoctoral hasta alcanzar la estabilización, que lamentablemente suele ocurrir al final de la década de los 30 años, si se tiene suerte. Es una época muy vulnerable a nivel personal, ya que coincide con el momento en el que buscamos estabilidad en nuestra vida personal, como formar una familia, elegir dónde vivir o comprar una vivienda. Además, también es una época profesionalmente turbulenta, ya que nunca se tiene la seguridad de dónde se trabajará o si se conseguirá financiación más allá de unos pocos años, lo que repercute en la calidad de nuestro trabajo.

¿Qué le diría a quien esté pensando dedicarse a la investigación?

Le diría que le de importancia a los aspectos buenos que tiene esta profesión, porque, así como hay aspectos negativos, también hay muchos positivos. La investigación ofrece una gran libertad, tanto intelectual como en cuanto a horarios y condiciones. Es importante reconocer y apreciar estos aspectos, ya que, a menudo, se centra demasiado en la crítica y se pasa por alto lo gratificante que puede ser. Si encuentran que esto les llena, que se entreguen por completo, ya que van a poder disfrutar de su profesión incluso cuando haya baches, y es algo importante que no ofrecen otras profesiones. Por otro lado, si no están seguros, está bien también. Lo importante es disfrutar del camino, y en cualquier momento se puede tomar otro rumbo y seguir aquello que les haga felices. La investigación no es una senda irreversible.

DE CERCA…

Qué estudió: Ingeniería de Telecomunicaciones

Un sueño por cumplir: Que la investigación en la que estoy involucrada realmente marque un paso significativo en la curación y tratamiento de la muerte súbita cardiaca, impactando tanto en hombres como en mujeres, así como en personas de diferentes etnias. Sería gratificante ver que mi investigación tiene un impacto real en la sociedad.

A qué se dedica en su tiempo libre: Me gusta mucho hacer deportes, estar al aire libre y pasar tiempo con mis amigos y mi familia.

Un libro: Tengo muchos favoritos, pero destacaría Ana Karenina, El conde de Montecristo y Los renglones torcidos de Dios.

Una película: Alguien voló sobre el nido del cuco

Una serie: Better Call Saul

Grupo musical o cantante favorito: También tengo muchos favoritos, pero nombraría a Queen, Sía y Enrique Bunbury.

Un viaje: El Camino de Santiago

Cómo se definiría: Soy una persona con un fuerte impulso y curiosidad por descubrir cosas nuevas, que siempre está en movimiento, tengo mucha energía y perseverancia.

Enlaces

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