¿Por qué decidió dedicarse a la investigación?
A pesar de que no empecé en este ámbito mi trayectoria profesional, siempre me ha gustado mucho la investigación, de hecho, yo quería ser matemático o biólogo, llegué a la química, casi por equivocación. De hecho, empecé en la docencia privada. Un día recibí la invitación de participar en temas de investigación, pero sin cobrar nada. Decidí agarrarme a ese tren, aunque compaginándolo con la enseñanza. Nunca tuve una beca, así que me pagaba la investigación con lo que yo hacía en la docencia privada. Hoy en día puedo decir que la apuesta me ha salido bien.
Cuánto tiempo lleva vinculado al I3A y a qué grupo de investigación pertenece.
Desde el origen. Fui uno de los fundadores, convocado por Manuel Doblaré para ayudar a estructurarlo. Nos reuníamos en Jaca en torno al año 2000 para perfilar lo que podía ser el Instituto. En cuanto al grupo de investigación, formo parte del Grupo de Procesos Termoquímicos (GPT), que es como lo fundamos en 1983. Desde entonces, nuestro enfoque ha estado en el tratamiento de residuos para generar energía y sus connotaciones medioambientales, pero en los últimos años nos hemos centrado en la producción de compuestos con aplicaciones en la industria química. Estamos intentando hacer la transición de las refinerías convencionales, que dependen del petróleo o la nafta para producir gasolina o diésel, hacia las biorrefinerías. Estas últimas buscan, cuando se acabe el petróleo, que lo hará, aunque la gente no sea consciente de ello, aprovechar cualquier fuente de carbono disponible para producir los compuestos químicos utilizados en una variedad de industrias, desde textiles hasta revestimientos para automóviles.
Qué le llevó a la Dirección del Instituto
El compromiso personal, nunca había tenido la intención de dirigir el Instituto. Sin embargo, mis compañeros me animaron y empujaron en esa dirección.
El Instituto no compite solo a nivel local, sino que nuestra meta es competir a nivel global.
¿Qué aspectos o áreas del I3A considera que son prioritarios fortalecer o desarrollar?
Desde mi perspectiva, creo que lo fundamental es el fomento del talento joven y la atracción de nuevos investigadores al Instituto. Debemos hacer que la investigación sea atractiva para la juventud, ya que son el futuro de este campo. Aunque en promedio el I3A cuenta con un equipo bastante joven, es crucial seguir trabajando en esta área. Además, es vital fortalecer nuestras relaciones internacionales, ya que nuestro ámbito de competencia se extiende más allá de lo nacional. El Instituto no compite solo a nivel local, sino que nuestra meta es competir a nivel global.
¿Hay algún reto específico que tenga en mente alcanzar?
Sí, durante este período, me gustaría que el Instituto sea reconocido como una Unidad "María de Maeztu" o como un Centro de Excelencia "Severo Ochoa". Reconozco que es un desafío considerable debido a la naturaleza misma de esas convocatorias, pero seguiremos luchando por ello. El equipo directivo anterior realizó un esfuerzo significativo en esta dirección, y es importante continuar en esa línea, no solo por razones económicas, sino también para reconocer el trabajo de las 305 personas que conforman nuestro equipo.
¿Cuál cree que es el mayor potencial del I3A para generar impacto?
Creo que en este momento tenemos varios buques insignia. Por un lado, sobresale la parte de salud y la ingeniería biomédica, dado que la sociedad está demandando cada vez más avances en este campo. Contamos con investigadores excelentes que lideran la investigación en salud. Además, destaca el ámbito del tratamiento de residuos y el aprovechamiento de la bioeconomía y la economía circular, en línea con las demandas actuales de la sociedad. El I3A está desarrollando herramientas en estas áreas, pero también está respondiendo a nuevos retos para abordar los desafíos actuales.
Por otro lado, nuestro Instituto se caracteriza por su multidisciplinariedad y la colaboración entre distintas áreas de investigación. Esta capacidad de trabajar en equipo y de colaborar entre diferentes grupos es uno de nuestros mayores activos y representa una herramienta poderosa para el futuro. Cuando un cliente busca investigación, somos capaces de canalizar esa demanda a través de nuestros 34 grupos de investigación, abarcando una amplia gama de áreas. De hecho, este fue uno de los lemas del origen del I3A, no estábamos apoyando grupos de investigación, si no que estábamos creando alianzas entre ellos.
Lo más gratificante, sin duda, es la interacción con el personal del Instituto, el intercambio de conocimientos y experiencias que se produce en este ambiente.
¿Cuáles considera que son los aspectos más gratificantes?
Lo más gratificante, sin duda, es la interacción con el personal del Instituto, el intercambio de conocimientos y experiencias que se produce en este ambiente. Como solía decirme Rafa Bilbao, el I3A es como una balsa de aceite, es un lugar en el que se respira una atmósfera positiva y gratificante. Vengo de la Agencia Estatal de Investigación, como presidente de Energía y Transporte, y esos dos puestos te dan una ventaja enorme, el ver, el conocer, es muy gratificante.
¿Qué desafíos tiene como director del I3A?
El desafío principal radica en conseguir un mayor reconocimiento y visibilidad, tanto dentro como fuera del Instituto. Internamente, es fundamental fomentar un sentido de pertenencia más arraigado entre los investigadores. Es necesario cultivar y fortalecer este sentimiento de orgullo y valor añadido de pertenecer al I3A. En nuestras reuniones, me esfuerzo por fomentar este sentido de identidad institucional. Además, es crucial aumentar nuestra visibilidad externa, ya que competimos en un mercado público-privado altamente exigente. Aunque somos una institución pública, debemos adaptarnos a las reglas y dinámicas del sector privado, lo cual representa un desafío considerable. La investigación requiere flexibilidad y agilidad, y no podemos permitirnos estar fiscalizados por excesivas regulaciones que limiten nuestra capacidad de innovar y colaborar de manera efectiva. En este sentido, es fundamental preservar el espíritu dinámico y creativo que impulsa la investigación.
¿Qué le diría a alguien que está pensando en dedicarse a la investigación?
Le diría que, si decide adentrarse en el mundo de la investigación, disfrutará mucho, porque eso es esta profesión, el resto lo verá él. Siempre digo a los compañeros que en investigación lo importante es soñar y disfrutar, aunque a veces sea difícil y lo pases mal.
DE CERCA…
Qué estudió: Ciencias Químicas
Un sueño por cumplir: Ir desde Chile hasta Alaska con una moto.
Un viaje: La Patagonia, me encantaría.
Hobbies: Me gusta mucho el deporte, pero sobre todo lo que más me gusta es irme con la moto, me siento libre.
Un libro: El Peregrino Ruso
Una película: Gran Torino
Grupo musical: Bee Gees y The Beatles
Cómo se definiría: Extrovertido y soñador.