Filomena Silva: “La novedad, la innovación, el gusanillo de querer saber más, son los aspectos que más me motivan de la investigación”

Por qué decidió dedicarse a la investigación

Fue un poco por azar, cuando llegué a la universidad no tenía la intención de seguir ese camino. Sin embargo, todo cambió cuando entré por primera vez a un laboratorio y vi lo que podía hacer. Lo que más me gusta es tener un problema y buscar soluciones para resolverlo. Entonces encontré en la investigación uno de los mejores vehículos para lograrlo. Esa fue mi principal motivación para dedicarme a esta área.

Cuánto tiempo lleva vinculada al I3A y qué destacaría del Instituto

Llegué al I3A en 2014 como parte de mi estancia postdoctoral, gracias a una beca entre mi universidad en Portugal y la Universidad de Zaragoza. Destacaría dos puntos principales del Instituto. En primer lugar, su gran diversidad de áreas temáticas y campos de investigación, lo que facilita la colaboración y te permite encontrar lo que se necesita, ya sea en términos de técnicas o colaboraciones interdisciplinarias. En segundo lugar, la calidad de los investigadores que forman parte del Instituto es notable.

En su grupo de investigación, ¿cuáles son sus líneas o áreas de trabajo más destacadas?

En el Grupo Universitario de Investigación Analítica (GUIA), nos enfocamos en el papel del envase en la seguridad alimentaria, abordándolo desde dos enfoques distintos. Por un lado, evaluamos la seguridad química de los nuevos materiales de envase que llegan al mercado. Estos nuevos materiales pueden contener compuestos que resultan ser tóxicos para los consumidores. Nosotros realizamos la parte de análisis para garantizar que cumplen con las pautas de seguridad establecidas por la EFSA y para su uso en contacto alimentario y que puedan salir al mercado. Esto, incluye materiales emergentes como bioplásticos, plásticos compostables, plásticos reciclados, así como materiales convencionales como papel y diversos tipos de plástico.

Por otro lado, en la segunda línea, que es de la que me encargo yo, nos dedicamos al desarrollo de envases activos, donde el objetivo es incorporar conservantes al envase en lugar de al alimento. Esto permite prolongar la vida útil del producto, pero con el menor daño al consumidor, sin que este ingiera directamente los conservantes. En este sentido, nos esforzamos por utilizar ingredientes de origen biológico en lugar de conservantes sintéticos como aceites esenciales, otros compuestos volátiles y proteínas, haciendo el diseño del envase y también incorporando tecnologías que permitan una liberación controlada de estos compuestos del envase para que el envase sea efectivo por el mayor tiempo posible.

Algún proyecto en marcha que quiera destacar

Tenemos dos proyectos en marcha que son bastante interesantes. Uno de ellos se centra en el desarrollo de envases activos para frutas y verduras, atajando dos problemas comunes en el almacenamiento de estos productos, prevención de la maduración precoz de las frutas dentro del envase, causada por la acumulación de gas etileno, queremos desarrollar un sistema que capture este gas para evitar que se acelere el proceso de maduración de la fruta dentro del envase; por otro lado, estamos diseñando un papel activo con compuestos volátiles que los consumidores puedan colocar en sus cajones de nevera para prevenir el crecimiento de mohos en las frutas y verduras, lo que ayudará a que aguanten más tiempo.

Además, estamos comprometidos con la sostenibilidad, no solo buscamos reducir el desperdicio alimentario, sino también utilizar materiales más sostenibles. En otro de nuestros proyectos, investigamos diversas técnicas de descontaminación para el reciclado de plásticos, específicamente poliolefinas. El desafío con estos plásticos es que, una vez reciclados, ya no nos vuelven como envase alimentario, porque no se consigue descontaminarlos lo suficiente para que puedan seguir los estándares de seguridad alimentaria. Por lo tanto, estamos explorando nuevas metodologías de descontaminación, así como buscamos encontrar nuevas vías para la utilización de papel reciclado.

¿Hay tendencias o desafíos que le parezcan particularmente interesantes o importantes?

La sostenibilidad en el tema del envase. Intentar que el ciclo de vida de los plásticos sea de verdad circular, que todos sean completamente reciclables. El objetivo es establecer un ciclo de reciclaje real, donde todos los plásticos utilizados puedan reintegrarse en el ciclo de producción de envases sin generar desperdicios. En la actualidad, ni un cuarto de todos los plásticos se aprovechan.

Es fundamental desarrollar alternativas viables a los plásticos convencionales. Aunque estos materiales siguen siendo ampliamente utilizados, ya que funcionan muy bien y tienen propiedades muy buenas, es crucial seguir investigando y desarrollando nuevos materiales capaces de sustituirlos y que sean totalmente biodegradables.

¿Qué es lo que más disfruta de su profesión? ¿Y lo que menos?

La investigación es una carrera de fondo, pero cuando cuentas con un equipo sólido que te acompañe en ella, este desafío se hace más llevadero. Es lo que más disfruto de mi profesión, este trabajo en grupo creo que no es posible en todas las profesiones, pero en esta sí. También, la flexibilidad y autonomía que tienes al ser investigador. Además, me gusta la parte de resolver problemas y tener la mente ocupada con cosas nuevas que poder ir a probar al laboratorio. La novedad, la innovación, el gusanillo de querer saber más, son aspectos que me motivan especialmente.

¿Qué le diría a quien esté pensando dedicarse a la investigación?

Le diría que es una carrera de fondo y hay que estar preparado para ella, debería ser una decisión muy vocacional. Si duda sobre si dedicarse a la investigación, a lo mejor no es su meta, pero si lo tiene claro, que se arriesgue, se arremangue y se ponga a trabajar. De esta manera, y siendo constante, el éxito siempre llega.