Jaime Ibáñez: “La libertad es lo que más me gusta de mi profesión”

¿Por qué decidió dedicarse a la investigación?

Al inicio de mi carrera no tenía claro qué quería hacer y empecé trabajando en una empresa de desarrollo electrónico. Al poco tiempo me surgió la posibilidad de trabajar en un proyecto de investigación europeo en el CSIC. Decidí tomar ese camino contando con que la investigación sería un desafío constante.

Dentro del proyecto con el que empecé, tuve la oportunidad de hacer una tesis doctoral enfocada en el procesamiento y clasificación de las señales cerebrales. Me atraía mucho la posibilidad de estudiar el cerebro humano, aunque también lo desconocía profundamente.

Cuánto tiempo lleva vinculado al I3A y qué destacaría del Instituto

Llevo desde el año pasado en el I3A, en el grupo de BSiCoS. Me gusta porque es bastante interdisciplinar, con muchos investigadores de distintas áreas trabajando en proyectos muy diferentes. También se promueve la investigación en campos novedosos que te sacan de tu zona de confort, como es mi caso, ingeniero de telecomunicaciones haciendo análisis de señales biomédicas, por ejemplo.

En su grupo de investigación, ¿cuáles son sus líneas o áreas de trabajo más destacadas?

En nuestro laboratorio dentro de BSiCoS trabajamos en interfaces neuronales, y tratamos de buscar formas de interactuar con el sistema nervioso en seres vivos. El objetivo final es ser capaces de detectar y estudiar señales del sistema nervioso para intentar entender cómo funcionan procesos neuronales que dan lugar al comportamiento y al movimiento. También buscamos desarrollar métodos que nos permitan diagnosticar mejor distintas enfermedades neurológicas y desórdenes motores o que sirvan para generar cambios localizados en la función del sistema nervioso.

Algún proyecto en marcha que quiera destacar

Ahora estamos con un proyecto europeo que empezó recientemente. Es un proyecto tipo ‘Starting Grant’ financiado por la ERC con una duración de cinco años. En este proyecto vamos a estar trabajando en el desarrollo de nuevos métodos de neuroimagen basados en registros musculares. En concreto, vamos a desarrollar nuevas tecnologías para inferir en la actividad en el cerebro y la médula espinal a partir de los campos eléctricos generados por nuestros músculos cuando nos movemos.

¿Qué es lo que más disfruta de su profesión y lo que menos?

La libertad es lo que más me gusta de mi profesión, sin lugar a dudas. Desde que empiezas a hacer investigación tienes que estar en todo momento buscando tus ideas, buscando soluciones, planteándote qué es importante y qué no lo es e intentando encontrar un camino personal en el mundo de la investigación. Para mí, eso es muy agradable comparado con otras carreras profesionales.

Y si hablamos de lo que menos, mencionaría dos cosas, la burocracia y la falta de estabilidad que a mi generación le ha tocado de lleno. Somos los eternos post-docs, alargando esos contratos temporales más allá de lo que el sentido de un post-doc tenía hace unas décadas.

¿Qué le diría a quien esté pensando dedicarse a la investigación?

Le diría que antes hablase con gente que está en distintas etapas de la carrera investigadora y que le cuenten su experiencia para saber si con su personalidad y sus intereses cree que va a disfrutar de este trabajo. A los investigadores nos encanta dar nuestra opinión sobre esta carrera, es fácil encontrar gente que te aconseje. Creo que la nuestra no es una profesión que se ajuste a todo tipo de personalidades, es un poco peculiar.