Premio a la mejor tesis doctoral de la Sociedad Española de Métodos Numéricos en Ingeniería para Alberto Badías

Alberto Badías

Alberto Badías es de la localidad oscense de Binéfar, tiene 31 años, estudió Ingeniería Industrial en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) de la Universidad de Zaragoza. Máster en Ingeniería Biomédica y Doctorado en Ingeniería Mecánica. Desde el año 2015 forma parte del I3A, en el grupo Mecánica Aplicada y Bioingeniería (AMB). Su tesis doctoral está dirigida por los profesores e investigadores del I3A, David González e Iciar Alfaro.

Enhorabuena por este premio, ¿qué se siente al recibir este reconocimiento?

La verdad es que es un gran honor haber recibido este premio. Es cierto que siempre que se participa en este tipo de certámenes se tiene cierta esperanza, pero, sin duda, es una gran ilusión saber que finalmente la Sociedad Española de Métodos Numéricos en Ingeniería (SEMNI) ha decidido premiar mi trabajo.

¿Cuál es el tema principal de tu tesis y qué planteas?

Mi línea de investigación puede resumirse como realidad simulada y consiste en tratar que un ordenador sea capaz de comprender, reproducir y describir los fenómenos físicos que suceden a nuestro alrededor, para luego ser capaz de proporcionarnos dicha información a los usuarios e incluso predecir qué va a pasar en el futuro. Con fenómenos físicos me refiero a cualquier tipo de interacción, estática o dinámica, de los cambios que se producen: objetos sólidos que se desplazan, que se deforman, líquidos que fluyen o cambian de estado, gases que se dispersan, ondas electromagnéticas que se propagan o incluso la interacción conjunta de todos los anteriores.

¿Qué se consigue con esto?

Todo esto, permite a cualquier usuario observar el comportamiento de todos esos fenómenos físicos desde un punto de vista científico, es decir, aportando información cuantitativa acerca de deformaciones, tensiones, velocidades, caudales o intensidades, mostrando sus valores concretos al mismo tiempo que están sucediendo.

Se trata de brindar una información que el usuario no puede percibir directamente con sus sentidos (lo que se conoce como inteligencia aumentada), poniendo a su servicio una serie de herramientas que le permitan tomar decisiones con una mayor capacidad de conocimiento o simplemente observar los fenómenos dinámicos favoreciendo su comprensión.

¿Tenemos algunos ejemplos?

Podemos encontrar ejemplos prácticos en el diseño de componentes, donde interactuando con un objeto real el usuario puede observar por dónde puede fallar su diseño (Figura 1.a), o incluso puede interactuar con él, aunque todavía no esté ni fabricado (Figura 1.b). Un sistema que comprenda la física puede indicarnos dónde están colocadas ciertas cargas en una viga, por ejemplo, indicándonos si la vida útil de la misma puede peligrar (Figura 1.c), o incluso mostrarnos el resultado del análisis aerodinámico de una nueva propuesta de diseño de automóvil en tiempo real (Figura 1.d).

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Fig. 1: Ejemplos de realidad simulada mostrando en tiempo real las magnitudes de algunos fenómenos físicos.

 

Para crear esta herramienta es necesario fusionar tecnologías que, aunque aparentemente provienen de distintos campos, su simbiosis produce un resultado imposible de obtener con cada tecnología por separado. Estoy hablando de la unión de mecánica computacional, inteligencia artificial, visión por computador e informática gráfica.

Por supuesto, no es posible ser un experto en todas estas áreas, pero deberíamos comprender que en la verdadera fusión de conocimiento es donde se obtienen los mejores resultados y lo vemos en el trabajo en común que hacemos desde el I3A.

¿Qué es lo que más han valorado en tu tesis?

La comisión que otorgó el premio menciona que se valoraron la multidisciplinariedad de la tesis, por un lado, así como también la gran cantidad de problemas complejos que aborda la misma. También valoran que haya sido capaz de explicar de manera muy divulgativa los problemas a los que me enfrenté en el desarrollo de mi tesis, sin perder el rigor científico necesario.

Por qué optaste por la inteligencia artificial y la realidad aumentada

En nuestro grupo de investigación llevamos mucho tiempo trabajando en los métodos clásicos de inteligencia artificial. La idea de poder analizar la variabilidad de los datos, aunque se trata de algo muy beneficioso, no es nuevo, pero sí es cierto que el auge de las redes neuronales y los potentes equipos actuales han traído una nueva revolución. Por otro lado, nos dimos cuenta de que esa fusión de tecnologías que comentaba podía dar grandes frutos y, de hecho, todavía nos queda mucho por explorar, pero, sin duda, vamos a seguir apostando por la simbiosis entre simulación computacional, inteligencia artificial y visión por computador.

¿Qué puede suponer su desarrollo para la sociedad? ¿Qué puede cambiar?

Diría que nuestro objetivo debe ser hacer la vida más fácil al usuario de a pie, aportar comodidades para la sociedad. Aunque requiera de un gran trabajo, la persona que hace uso de este tipo de tecnologías quiere transparencia y sencillez. La realidad aumentada puede ser entendida como la introducción del GPS en la sociedad, nadie quiere saber cómo funciona ni la gran infraestructura que hay detrás, pero todos lo usamos de manera cotidiana y sencilla.

¿Qué valoración haces de tu paso por el I3A?

Llevo desde el año 2015 en este apasionante mundo de la investigación, donde cada año he podido comprobar que el instituto ha ido creciendo y adaptándose a los nuevos tiempos. Creo que tengo la suerte de pertenecer a una institución que sabe actualizarse y hace honor a su nombre, produciendo grandes resultados de investigación puntera a nivel mundial.

¿Qué te gustaría para la investigación en España? Si te dieran la oportunidad de trasladar a los políticos algo que les pedirías…

No sólo que nos escucharan, sino que actuaran. Es muy fácil decir que la investigación española es muy precaria, y que debería cambiar, pero siempre se queda en palabras bonitas. Se ha convertido en algo habitual el hecho de que, como investigadores, reivindiquemos lo mal que está la situación, pero somos "los investigadores que ya se vuelven a quejar de lo mal que está su situación”.

Y el problema, precisamente, es que ya se ha normalizado. Ya es normal asumir la situación precaria del investigador, y todos lo lamentamos, pero luego realmente no se toman medidas. ¿Qué ocurre finalmente? Cansancio y hartazgo, y muchos dejan de apostar por un futuro dentro de la investigación.

Gran parte de los resultados de la tesis de Alberto Badías ha sido transformado en contenido visual, en el siguiente enlace se puede ver un video resumen de algunos de los ejemplos desarrollados: https://youtu.be/gT7InqGocK4.