El reto de restaurar áreas forestales tras grandes incendios

Representantes de España, Francia y Portugal se reúnen en Zaragoza en el proyecto Interreg Sudoe EFHERA. El objetivo es desarrollar una plataforma computacional para saber dónde actuar y hacer una proyección de qué puede suceder tras eventos extremos
efhera

Los socios del proyecto europeo EFHERA, centrado en la mejora de la recuperación hidrológica y ambiental post-incendio en zonas agroforestales, se han reunido en Zaragoza para analizar los avances de esta iniciativa que trabaja en la creación de una herramienta digital que permita identificar de forma precisa las áreas con mayor riesgo de degradación del terreno. 

EFHERA es un proyecto del programa Interreg Sudoe y forman parte de él, España, Francia y Portugal, con una financiación de 1,4 millones de euros. Liderado en la parte técnica por un grupo de investigación del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) de la Universidad de Zaragoza, está coordinado por la Dirección General de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón. 

Los socios del mismo se han reunido hoy en el Campus Río Ebro de la Universidad de Zaragoza. Un encuentro en el que han analizado los avances de este proyecto. Los investigadores del I3A trabajan para desarrollar una plataforma digital al servicio de los agentes que se encargan de la restauración de áreas forestales después de los incendios. “Se trata de darles una herramienta para apoyar sus decisiones, que puedan calcular o simular escenarios futuros y tener datos cuantitativos de cómo sería la evolución de esas zonas, que puedan hacerlo no solo desde su experiencia sino con datos científicos”, explica Sergio Martínez, del Grupo de Tecnologías Fluidodinámicas del I3A. 

El objetivo del grupo de investigación es lograr que esos modelos de cálculo “sean un soporte a la toma decisiones, les darían datos que les pueden ser útiles a la hora de gestionar la situación por incendios”, señala Sergio Martínez, quien recuerda la magnitud de los últimos incendios, “son cada vez más grandes y requieren una planificación muy exhaustiva de qué zonas se va a actuar, cómo, cuáles son los peligros que tiene la pérdida de suelo en cada zona, qué potencialidad de erosión tiene, todo ese tipo de cosas”.

Los incendios generan muchísimas alteraciones. No solo la pérdida de vegetación, también se degrada el suelo. Y ese suelo luego tiene ciertas características que lo hacen más sensible a que se erosione y se pierda la capa fértil. “Hay muy pocas aplicaciones desarrolladas para esos escenarios. A veces se utilizan programas que estaban pensados situaciones sin incendios”, apunta el investigador del I3A. 

En lo que se trabaja ahora es en lograr modelos muy avanzados, con muy alta resolución y facilitar el trabajo en grandes incendios donde es difícil abarcar la totalidad de lo que se ha quemado.
EFHERA es la culminación de una línea de trabajo que comenzó en la sección de hidráulica computacional, con modelos computacionales para estudiar el transporte de sedimentos y la erosión, pero en ambientes fluviales, en ríos, en inundaciones. 

Hace cuatro años, decidieron adaptar estos modelos a otro tipo de situaciones, y una de esas situaciones es la pérdida de suelo por lluvias y corrientes, después de los incendios.
Para ello, contaron con financiación a través de un proyecto Impulso del I3A y un proyecto de Innovación del Gobierno de Aragón. Ahora esos primeros pasos culminan con este Interreg Sudoe. 

El coordinador principal de EFHERA es la Dirección General de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón, a través SARGA. Hay ocho socios principales y ocho socios beneficiarios. En España, además de Sarga, la Universidad de Zaragoza, el I3A como principal socio técnico, la Diputación de Ávila, la Universidad de Salamanca y la Estación Experimental Aula Dei del CSIC. En Portugal, la Universidad de Évora como socio técnico y la Comunidad Intermunicipal del Algarve, AMAL, como socio sobre el terreno. Y en Francia, la Universidad de Pau. Además, cuentan con el respaldo de ocho socios colaboradores, instituciones, organismos y empresas interesados en esta iniciativa. 

 
Acciones piloto en España, Francia y Portugal


Para saber su efectividad, se prevé entre tres y cuatro acciones piloto en zonas afectadas por incendios en los últimos años en los tres países de la zona SUDOE. El Grupo de Tecnologías Fluidodinámicas trabaja sobre terreno. Parten de información georreferenciada, como topografía, cantidad de vegetación o tipo de suelo, calculan unas ecuaciones que dan una solución distribuida en el espacio y en el tiempo de unas variables. 

Podrán hacer una proyección de qué puede suceder tras ese tipo de eventos a 10 años, 50 años, 100 años, 200 años. Simular cómo sería la lluvia en toda la extensión del incendio, con las características de vegetación y de terreno que tiene estos incendios. Asimismo, ver cómo esa lluvia se convertiría en una escorrentía sobre el terreno y cómo esa escorrentía arrancaría el material, erosionaría la ladera, cómo transportaría el sedimento y el suelo y dónde lo depositaría. De esta forma, se podrían tener datos cuantitativos de qué laderas, qué zonas de toda esa extensión quemada, que puede superar las 5.000 o 10.000 hectáreas, serían las que perderían más suelo ante eventos extremos.

Y un paso más, ver dónde se depositaría ese suelo, “porque no es lo mismo que el suelo se arranque de una ladera y se quede un poco más abajo en el cauce o en algún tipo de llanura, que ese sedimento, por ejemplo, llegue hasta un embalse. Porque los embalses se aterran, generan problemas. Queremos que se pueda estimar no solo la zona en sí, sino también qué afecciones tiene que esa zona se erosione aguas abajo”, aclara Sergio Martínez.

Fotografía de la zona del incendio de Ateca: Álvaro Hernández