¿Por qué decidió dedicarse a la docencia y a la investigación?
Siempre me gustó la docencia, pero esto realmente es un camino muy largo. Empecé de becario, un poco sin saber si iba a continuar o no, conseguí un contrato de técnico de laboratorio, que me permitió costearme parcialmente la matrícula de del doctorado, y una cosa fue llevando a la otra hasta que he llegado a convertirme en profesor titular de universidad e investigador.
¿Siempre tuvo claro a qué dedicarse?
Lo que tengo claro es que era más de ciencias que de letras. Eso lo sabía desde pequeño, aunque la decisión de estudiar Física, la tomé en el último año previo a la universidad, en el antiguo COU. Hasta entonces, quería ser médico pero tuve un profesor que me motivó para elegir este camino y, la verdad, que no me arrepiento para nada.
¿Cómo llega a la Universidad de Zaragoza y cómo ha sido su trayectoria?
Estudié Ciencias Físicas aquí, en la Universidad de Zaragoza, donde también comencé mis estudios de doctorado. Entretanto conseguí un contrato de técnico de laboratorio en la Universidad Complutense de Madrid, en el Departamento de Óptica, así que estuve a caballo entre Zaragoza y Madrid durante un año aproximadamente. Después, conseguí una beca FPI del Ministerio con la que acabé doctorándome en Física en la Universidad Complutense. En esos años, visité el Laboratorio de Aplicaciones Ópticas de la Universidad de Buenos Aires y estuve en la Universidad de Núremberg, asociada al Instituto Max Planck, en dos estancias cortas. Después de doctorarme, estuve contratado con cargo a diversos proyectos hasta que, en 2016, surgió la oportunidad de volver a Zaragoza, así que hicimos las maletas, con un niño de apenas un año y nos vinimos, yo como profesor ayudante doctor. En 2021 promocioné a contratado doctor y en 2022 a profesor titular de universidad.
En su grupo de investigación, ¿cuáles son sus líneas de trabajo o áreas más destacadas?
En el grupo TOL (Tecnologías Ópticas Láser) hay varias ramas o líneas de investigación y yo me podría enmarcar en dos, la que se dedica a las aplicaciones de la holografía digital y la que se dedica a la óptica visual.
Dentro de la línea de holografía digital, lo que he hecho estos últimos años ha sido usar técnicas holográficas para la caracterización de haces de luz. En particular, en una propiedad de la luz que se denomina coherencia, y que tiene implicaciones en las medidas que hacemos mediante holografía digital, como por ejemplo la caracterización de flujos o de superficies. Entre los flujos, analizamos flujos de partículas, burbujas, que pueden ser a su vez de C02, cómo se mueven o cómo se disuelven. Y lo que he hecho estos últimos dos o tres años ha sido investigar sobre cómo la fuente de luz que utilizamos para medir influye en la propia medida y cómo aprovecharlo.
Por otro lado, en el ámbito de la óptica visual, lo que hacemos es el diseño y análisis de óptica difractiva para la corrección de afecciones visuales, en lentes intraoculares o lentes de contacto. Esta línea de investigación la llevo a caballo con compañeros de la Universidad de Zaragoza y otros de la Universidad Complutense de Madrid.
¿Cómo visualiza el futuro de la investigación?
La ciencia avanza, en general, despacio, aunque hay momentos en los que llega una idea genial, aparece un genio o algún experimento revolucionario que permite dar un salto más grande de lo habitual. Ahora mismo, los retos por alcanzar son más tecnológicos que científicos, como, por ejemplo, conseguir una computación más rápida, donde se engloba todo el tema de la computación cuántica. Buscar nuevos materiales, con nuevas funcionalidades, materiales que se comporten como conductores perfectos de la electricidad a temperatura ambiente, por ejemplo, o que disipen muy bien el calor. Todo está relacionado realmente con optimizar el funcionamiento de la tecnología o encontrar nuevos enfoques o nuevas aplicaciones.
¿Cree que Aragón está bien posicionado para afrontar estos cambios?
En Aragón, contamos con expertos en multitud de áreas y un ejemplo de ello es precisamente este Instituto, tiene unos grupos y unas divisiones que son muy punteras en sus investigaciones y a la vista está el reconocimiento que tienen en muchos ámbitos año tras año.
¿Qué es lo que más disfruta de su profesión? ¿Y lo que menos?
Es casi todo positivo, disfruto mucho preparando mis clases, pensando cómo puedo motivar a mis estudiantes para que estén atentos en todo momento en mis clases. Podríamos decir que intento ser innovador para motivar a los alumnos, para darles más herramientas, para aprender de ellos y que deseen aprender, para que tengan curiosidad.
Y en cuanto a investigación, me gusta prácticamente todo. Desde hacer experimentos en el laboratorio, aunque últimamente hago menos de los que me gustaría, hasta coger un papel y un boli y empezar a pensar en cómo resolver problemas o hacer simulaciones, que también hago. En fin, lo disfruto todo.
¿Qué le diría a quien está pensando en dedicarse a la investigación o educación?
Le diría que, basándome en mi experiencia personal, no hace falta ser el mejor de la clase para poder dar lo mejor de ti mismo y dedicarte a una profesión que te apasiona. Que no cesen en su intento.
DE CERCA
Qué estudió: Ciencias Físicas (Unizar) y Doctorado en Física (UCM)
Un sueño por cumplir: no soy una persona de grandes sueños. Puede que haya cumplido todos ya.
A qué se dedica en su tiempo libre: tengo poco tiempo libre y lo dedico a mis hijos (Ahren y Nell), amigos, familia… Tocar la guitarra, leer, ver documentales o series, aprender cosas nuevas e idear experimentos.
Un libro: El señor de los anillos.
Una serie: La primera temporada de “Genius”, dedicada a Albert Einstein.
Canción favorita: “Save me” de la banda “Avantasia”, aunque tengo gustos musicales muy diversos.
Un viaje: Japón
Cómo se definiría: sencillo, inquieto, bastante tímido y algo terco.
Qué opina de la IA: como docente, creo que se debería potenciar. Es una buena herramienta que ofrece posibilidades inimaginables. Como alumno, creo que siempre que no merme la adquisición de competencias básicas se debería utilizar también.
