Daniel Dean Casado es uno de los estudiantes de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura (EINA) de la Universidad de Zaragoza premiado por la Cátedra COGITIAR por su Trabajo Fin de Grado en Ingeniería Química, centrado en el “Estudio de la combustión de mezclas amoníaco-gas de síntesis en atmósfera de argón” y que ha desarrollado en el Grupo de Procesos Termoquímicos (GPT) del I3A, dirigido por la investigadora Uxue Alzueta.
Daniel Dean ha demostrado el potencial que tiene el amoníaco como futuro combustible, ya que, al no tener carbono en su composición, su combustión tiene emisiones libres de carbono. Además, se puede utilizar como vector del hidrogeno, al ser más fácil y económico transportarlo y almacenarlo, y ya se produce a gran escala actualmente, sobre todo, para emplearlo en fertilizantes.
También, ha mostrado que, sin embargo, necesita quemarse junto con algún otro gas, para mejorar sus propiedades de combustión. En esto, precisamente, se centró su TFG, en llevar a combustión diferentes mezclas de amoníaco con gas de síntesis (formado básicamente por CO+H2) a distintas temperaturas, e ir analizando cómo variaba el comportamiento del amoníaco y las emisiones de gases contaminantes generados. Al mismo tiempo, hizo una parte de simulación con los experimentos que había hecho en el laboratorio en un programa con un modelo de reacción, para ver la validez de este modelo, y qué capacidad tenía de predicción.
El premio que le concede la Cátedra COGITIAR tiene una remuneración económica de 300 euros y, en paralelo, para reconocer la labor realizada, se entregaron diplomas a todos los directores, codirectores y ponentes de dichos TFG en un acto que tuvo lugar en la EINA a principios del mes de mayo.
Un premio que cogió por sorpresa a Daniel Dean, “sinceramente no lo conocía hasta que me escribieron desde la Cátedra diciendo que mi TFG había sido uno de los preseleccionados. No me lo pensé dos veces y les dije que sí que daba mi autorización para que mi TFG fuese evaluado”.
De su paso por el I3A y el trabajo en el Grupo de Procesos Termoquímicos “tengo muy buen recuerdo de esos meses en los que estuve en los laboratorios, tanto por lo que aprendí como por las personas que estaban a mi lado todo ese tiempo”, señala.
Este premio representa el broche final a sus cuatro años de carrera, un reconocimiento que le ha dado mucha ilusión, también por el esfuerzo y el tiempo que invirtió en el TFG, “es un aliciente para seguir dándolo todo y esforzarme”. Asimismo, le hace mirar con agradecimiento a todos los que le han ayudado durante este camino.
Ahora tiene que acabar su máster y se va a centrar en el TFM y las prácticas, que le gustaría hacer en una empresa. Todavía no tiene decidido el camino a seguir, pero tiene un abanico muy amplio de opciones. “Como ingeniero químico hay buenas perspectivas de cara a encontrar trabajo. No sé qué es lo que haré, pero estoy ilusionado por esta nueva etapa que va a empezar en mi vida dentro de poco”.