El Instituto Universitario de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) acogió ayer la primera reunión de la Red Española de Biorrefinerías Sostenibles. Una red temática formada por 14 grupos de investigación de diferentes universidades españolas y uno del CSIC-UPV, entre los que se encuentra el Grupo de Procesos Termoquímicos (GPT) del I3A. Alberto Gonzalo, investigador en el GPT, explicó que el objetivo del encuentro era buscar colaboraciones en proyectos nacionales e internacionales dentro de la misma red.
Gonzalo destacó el papel del GPT, especializado en la transformación de biomateriales y el aprovechamiento energético o químico de residuos, como un actor clave. "Además de ser anfitriones de la primera reunión, hemos participado en versiones anteriores de la misma red, y hemos sido uno de los grupos más activos en fomentar sinergias", señaló. El grupo del I3A ha colaborado ya con varios grupos como el de la Universidad del País Vasco y el de la Universidad de Jaén.
En cuanto al desarrollo de procesos de biorrefinería sostenible, Gonzalo destacó: "No es una parte lateral de nuestro trabajo, sino que la mayor parte de los proyectos en los que estamos involucrados tienen que ver con este campo".
La investigación y los avances en este ámbito tienen un impacto significativo en los grupos agroindustriales. El investigador explicó que están trabajando para cambiar el paradigma del aprovechamiento de residuos y de la generación de energía, buscando alternativas a partir de productos agrícolas o residuales. La meta es que los procesos agrícolas tengan residuo cero, beneficiando así a la sociedad y reduciendo el consumo de productos derivados del petróleo.
“Colaborar en descarbonizar procesos, en eliminar las energías no renovables y sustituirlas, no solo por energías renovables, sino por residuos que ahora no tienen un aprovechamiento, poder darles una segunda vida para producir productos de necesidad que tenemos ahora, pensamos que no es una tarea pequeña”, reivindicó Gonzalo.
Aunque los calendarios exactos aún no se han establecido por completo, el investigador anticipó que el proyecto durará dos años. "Vamos a buscar puntos en común y a partir de ahí decidiremos cuáles serán los siguientes pasos, qué reuniones y cómo coordinar las labores de los diferentes grupos", afirmó.
En cuanto al impacto de la Red de Biorrefinerías Sostenibles, Gonzalo evaluó positivamente su contribución. “Ha tenido un impacto muy favorable, hay mucha más coordinación entre grupos que trabajamos en lo mismo, mucho más conocimiento, hay búsqueda de proyectos en conjunto”. Destacó la incorporación de nuevos grupos de investigación, demostrando ser una plataforma valiosa para impulsar el trabajo innovador.
La reunión llevada a cabo en el I3A ha sido un paso significativo para avanzar en la investigación y desarrollo de procesos de biorrefinería sostenible, con el compromiso continuo de colaboración y búsqueda de soluciones innovadoras para abordar los desafíos actuales.